La obra se representará en El Patronato el día 1 de diciembre en el marco de los actos del 25N Día Internacional contra las Violencias hacia las Mujeres.
“Tenemos que explicar esta atrocidad para que nunca se vuelva a repetir"
David Menéndez es licenciado en Arte Dramático por el Institut del Teatre de Barcelona. Ha trabajado como actor en obras como Rei Lear, dirigida por Lluís Pasqual, o El olor atronador del blanco, por el que estuvo nominado como mejor actor teatral en los XXVII Premios Butaca. También ha trabajado en cine, en películas como Creatura, de Elena Martín, o As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen, y en series como Mira lo que has hecho, de Berto Romero, o Antidisturbios, del propio Sorogoyen. Ha escrito y dirigido obras teatrales y también es cantante, bajo el nombre de Boye. Es uno de los protagonistas de Jauría, que podrá verse en el Teatro de la Garriga, El Patronato el día 1 de diciembre en el marco de los actos del 25N Día Internacional contra las violencias hacia las mujeres, este año dedicado a las violencias sexuales.
En Jauría interpretas a uno de los miembros de “La Manada”. ¿Cómo te preparaste para un papel como éste? ¿Ha supuesto un reto especial para ti?
Jauría ha sido un reto muy especial porque este caso es historia de España. Es una historia compleja y, como actor, es muy importante prepararlo de forma que esté a la altura del proyecto.
Por un lado, para aprender el texto, que es muy rítmico, quedamos mucho antes de empezar los ensayos. Además, teníamos que trabajar a los personajes para que cayesen bien al principio, para no demonizarlos. Teníamos que trabajar más la parte de carisma que la diabólica. Todo esto significa que había que tener mucha complicidad entre nosotros, hacer mucho equipo.
La obra se presenta como una ficción documental. ¿Cómo se trabaja este género?
La ficción documental se trabaja sobre todo sin hacer los personajes reales. Los creamos a través de lo que ya estaba escrito (los textos son lo que dijeron los testigos exactamente), pero sólo existen dentro del teatro.
Y en cuanto a la parte de ficción, Miguel del Arco (director) quiere crear un universo que trabaje por sí sola, cuyos personajes, como decía, sólo existan en la obra. El resto es la vida real, y la vida real es tan fuerte y en este caso tan abrumadora que no hace falta ni tocarla.
¿Qué efecto quiere tener Jauría, socialmente hablando, teniendo en cuenta que el caso y el juicio marcaron un antes y un después en lo que se refiere a los conceptos de agresión sexual, consentimiento y revictimización?
Esta ficción hace de espejo para contar esta historia, poniéndose a favor de la víctima. Y nosotros, como sociedad, debemos explicar esa atrocidad que pasó por poner de manifiesto los motores sociales que hicieron que acabara pasando y, sobre todo, para que no se vuelva a repetir.
Si hacemos esta historia por gente joven, por gente de cualquier generación, es por explicar que esto ha pasado, que sigue pasando y que hay que tenerlo en cuenta. Si la ves y te emociona, seguramente después, cuando estés en tu día a día, y salgas de fiesta o estés con una chica o estés en un grupo de WhatsApp, te plantearás cómo relacionarte.
Hay un caldo de cultivo, creado por el machismo, que hace que estos chicos puedan violar y digan que ellos sólo lo estaban pasando bien y que ella en ningún momento dijo que no. Hay que educar sexual y poéticamente a la sociedad para entender por qué suceden estas cosas y qué hay de nosotros en todo esto.
¿Qué regreso tiene del público que le ha visto hasta ahora?
Es de una emoción sobrecogedora. A todo el mundo nos afecta mucho, y sobre todo a las personas que lo han sufrido. En cuanto a la ficción, el público se da cuenta de que existe un trabajo muy grande detrás, un juego teatral muy bonito. Cuando acaba, la gente quiere dar muchos abrazos a Ángela, que hace el papel de la víctima.
Cierre la gira en el teatro de la Garriga. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Sigo con la gira de mi disco ¿A dónde vas?, de Boye. También rodé una serie en la Garriga y estoy trabajando en otros proyectos audiovisuales, musicales y teatrales potentes, que todavía no se pueden decir, ¡pero que verán la luz el año que viene y que espero que podáis disfrutar!